Los trastornos del sueño son más propensos a presentarse en la mujer cuando enfrenta algún cambio hormonal, como la menstruación, embarazo o menopausia.
Guadalupe Terán Pérez, especialista de la Clínica de Trastornos de Sueño, de la Universidad Autónoma Metropolitan (UAM-I), comentó que a partir de los ocho años de edad, el patrón de sueño cambia para ambos géneros, no obstante, en el caso de las niñas, la duración de éste se incrementa.
En el ciclo menstrual, se presentan alteraciones en la producción de hormonas como la de crecimiento, la progesterona, entre otras, también los ritmos de la temperatura corporal cambian en el período ovulatorio y postovulatorio, lo que provoca mayor necesidad de dormir.
"En el caso de las mujeres con síndrome premenstrual, presentan dificultades para iniciar el sueño y en ambos casos puede ser éste de mala calidad e insuficiente, esto trae como consecuencia somnolencia diurna, letargo y fatiga", señaló.
En algunos de estos casos, se presenta la somnolencia excesiva diurna, que se caracteriza por la necesidad irresistible de dormir, incluso en situaciones inadecuadas como periodos de actividad, y son precedidos por dolores de cabeza o periodos de fatiga.
Guadalupe Terán comentó que durante las primeras 12 semanas de embarazo, los cambios físicos promueven el incremento en la secreción de hormonas responsables de la somnolencia excesiva diurna y la fatiga, que presentan las madres como primer síntoma del embarazo que hacen irregular el ciclo de sueño.
Durante el primer trimestre se presentan nauseas y aumenta la necesidad de orinar, lo que podría afectar al sueño, fragmentándolo.
Además en la etapa de la menopausia, agregó, se suspende definitivamente el periodo menstrual y se presentan variaciones en los niveles hormonales, alteraciones del sueño provocados por bochornos, insomnio, cambios en el estado de ánimo e incremento de peso.